El estudio de composición corporal DEXA, o Dual-Energy X-ray Absorptiometry en inglés, utiliza una avanzada técnica de imagen médica para medir la densidad mineral ósea (DMO) y evaluar la composición corporal. Esta prueba no invasiva es fundamental para el diagnóstico y monitoreo de condiciones como la osteoporosis y ofrece información precisa sobre la salud ósea, además de evaluar la proporción de grasa y musculatura corporal.

En la prueba de DEXA, dos tipos de rayos X con diferentes energías escanean áreas clave del cuerpo, como la columna lumbar, las caderas o el antebrazo. La medición de la absorción de estos rayos X se utiliza para calcular la densidad mineral ósea y obtener las proporciones de grasa y tejido muscular. Se trata del método más preciso para el análisis de la composición corporal en el que confían los laboratorios de investigación y deportes de élite de todo el mundo.

Más allá de su clásica aplicación en la salud ósea, la DEXA ofrece valiosa información sobre la composición corporal, al medir la cantidad de grasa y masa magra en diversas áreas del cuerpo. Esta característica la convierte en una herramienta integral para evaluar la salud general y el progreso de programas de ejercicios y pérdida de peso, tanto para atletas como para la población general.

Es crucial destacar que, aunque la DEXA es una herramienta poderosa, su interpretación se realiza considerando diversos factores, como la historia clínica del paciente y otros resultados de pruebas. Complementar este servicio con la interpretación de un profesional de la salud es fundamental para una evaluación completa y precisa.

Los métodos clásicos para evaluar el peso y la composición de una persona, como el índice de masa corporal (IMC) o la bioimpedancia, suelen conllevar percepciones erróneas en lo que a estado general de salud y necesidades se refiere. Por ejemplo, el IMC se considera un índice de corpulencia, pero a nivel individual no da información sobre la cantidad de grasa corporal, un dato importantísimo para definir la obesidad y otros trastornos relacionados con la alimentación. El estudio de composición corporal DEXA sí permite la obtención exacta de este parámetro.

Además de esto, el DEXA posibilita conocer el VAT (visceral adipose tissue), un parámetro que se emplea como predictor de longevidad, riesgo cardiometabólico y otros muchos frentes de interés. También sirve para averiguar la fuerza musculoesquelética, el riesgo de osteoporosis, la simetría muscular y otros factores asociados a tejidos corporales. Sin duda, es una opción excelente si se quiere sacar el mayor rendimiento a la actividad física, reducir los riesgos de problemas óseos o alcanzar un estado nutricional óptimo.

La DEXA se considera un estudio seguro y fácil de llevar a cabo en la inmensa mayoría de los casos. De todas formas, es necesario tener en cuenta algunos puntos.

Aunque la cantidad de radiación utilizada en la DEXA es baja en comparación con otros estudios de imagen, existe una exposición mínima a la radiación. En la mayoría de los casos, el beneficio clínico de obtener información sobre la densidad mineral ósea y la composición corporal supera ampliamente el riesgo potencial asociado con la radiación, pero es algo a notificar igualmente.

De manera excepcional, algunas personas pueden tener contraindicaciones específicas para someterse a una DEXA. Por ejemplo, aquellos pacientes que se han realizado recientemente estudios con medio de contraste radioopaco o cirugía con implantes metálicos en la región a escanear, deben informar a su médico antes del procedimiento.

Una vez realizado el estudio, se subirán a nuestro Portal del Paciente las imágenes obtenidas en formato online. También se pueden conseguir en CD o USB por un ligero precio adicional. El informe médico emitido también estará a disposición del usuario a través del Portal del Paciente.